Un blog para descubrir el lado humano de la tecnología y la comunicación, su aspecto más importante, aquello que da sentido a todo el derroche de imaginación y creatividad que se esconde tras cada cable, circuito, imagen, palabra o sonido.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Culpar al mensajero


Antes de empezar, una premisa: confíen en aquéllos a quienes conocen —y, como diría el televisivo doctor House, ni siquiera siempre, porque todo el mundo miente, al menos de vez en cuando— y nunca olviden que el 99’9% de lo que leen en Internet lo escriben perfectos desconocidos (lo que no niega necesariamente su posible buena intención, veracidad, reputación o validez).

Dicho lo cual...

Un estudio de la correduría de seguros Uniteco Profesional ha detectado en el último año el incremento de demandas a profesionales médicos de hasta un 40% en algunas especialidades. Según los autores del mismo, y representantes de la profesión médica, este hecho se debe, principalmente, a dos causas: Google y la crisis económica...

La crisis económica —según estos señores— estaría en la base de unas demandas con las que los afectados más astutos intentarían paliar sus necesidades. Por otro lado, Google sería la herramienta que posibilitaría encontrar información sobre las enfermedades y sus tratamientos para fundamentar tales reclamaciones.

Puede que no les falte razón. Aunque puestos a dudar de las intenciones de una parte interesada económicamente —los pacientes— tampoco deberíamos olvidar que también hay intereses económicos en la negación de posibles negligencias por parte de aseguradoras y médicos...

La cuestión es que Internet puede no ser una fuente fiable, y que nos puede crear una falsa apariencia de conocimiento en muchas materias... Pero es que tampoco ayuda —y hablo de una experiencia reciente— que en menos de 24 horas le tenga que explicar a cinco médicos una misma sintomatología y que, con el informe del alta en la mano, encuentre una descripción de la misma que tan solo contiene algunos rasgos de lo explicado cinco veces, habiendo sido completado con afirmaciones “de libro” que vienen a encajar con el diagnóstico y el tratamiento. No digo que diagnóstico y tratamiento hayan sido erróneos, pero hay síntomas previos inventados...

Ante una enfermedad cercana —propia o de un familiar— es lógico querer saber. Internet está ahí. Es una enorme fuente de conocimiento, y también de error. Google es solo un índice, e Internet un inmenso libro con muchos autores.

Puede que haya picaresca, pero sobre todo hay necesidad de información completa, veraz y comprensible. No sabremos medicina, pero entendemos el castellano. Habría que esforzarse más en explicar que en simplificar... Y eso es algo que hace mejor Internet que la mayoría de los médicos...

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