Un blog para descubrir el lado humano de la tecnología y la comunicación, su aspecto más importante, aquello que da sentido a todo el derroche de imaginación y creatividad que se esconde tras cada cable, circuito, imagen, palabra o sonido.

miércoles, 30 de enero de 2013

Futuro sin pasado


Algunos me tildarán hoy de melancólico. Esperen y verán...

¿Conservan las primeras fotos que hicieron con su cámara digital? ¿Serían capaces de encontrarlas con relativa facilidad? Y sin embargo —los más mayores, que crecimos con la fotografía analógica— seguro que podemos hallar en algún viejo álbum, aunque sea en casa de nuestros padres, alguna de aquellas fotografías cuadradas y de color anaranjado que hacía aquella cámara Kodak omnipresente en todos los regalos de primera comunión...

Pues eso... Melancolía... Si nuestra civilización desapareciera, ¿qué encontrarían de nuestro mundo digital los futuros arqueólogos dentro de unos cuantos siglos?

miércoles, 23 de enero de 2013

Peregrinaciones virtuales


Quizá a veces nos pasamos de “modernos”...

Algunos medios se hacían eco el otro día de una nueva modalidad de hacer el Camino de Santiago, online, desde cualquier lugar del mundo y sin salir de casa.

No me entiendan mal. Soy el primero —no me refiero a una cuestión cronológica o de primicia, sino a un reconocimiento de que el uso de la tecnología nos abre ventanas increíbles— que realizó un vídeo de una peregrinación virtual a Tierra Santa. Pueden encontrarlo en esta web. Pero por muchos espacios de reflexión, ambientes de oración y lo que queramos y podamos añadir, la verdad es que no es lo mismo virtual que real.

Podemos acercar una experiencia “basada en”, pero no la propia experiencia. Y está muy bien hacerlo, porque hay personas que por edad medios económicos o cualquier otra razón, no tendrán otra forma de vivirla. Pero las peregrinaciones espirituales no son verdaderas peregrinaciones. De la misma forma que tampoco —y perdonen si incurro en sacrilegio— la comunión espiritual me parece una verdadera comunión.

En realidad, peregrinos somos todos y por la vida peregrinamos. Y ésa sí es auténtica...

El mundo virtual es auténtico, pero distinto al real. Ni puede suplantarlo, ni sustituirlo. Es otro espacio de realidad...

miércoles, 16 de enero de 2013

Adicciones de fondo


Una amiga me comentaba escandalizada el otro día que al despertar, su hija de 17 años tenía varios cientos de “WhatsApp” sin leer generados durante la noche. ¿Cuánto tiempo tienen que dedicar nuestros hijos —y nosotros mismos— a simplemente leer estos mensajes?

Los datos son brutales. Según un estudio financiado por la Unión Europea —es decir, por todos nosotros— el 21,3% de los adolescentes españoles está en riesgo de desarrollar una adicción a Internet debido al tiempo que dedica a navegar por la Red, frente al 12,7% de media europea. Somos líderes. De hecho, hasta los propios chavales (el 27,8% de los adolescentes españoles) reconocen que el uso de Internet, especialmente de las redes sociales, les lleva al punto de incluso descuidar otras actividades...

Con datos más cercanos, la Asociación Valenciana y Consumidores y Usuarios (Avacu) ha realizado otro estudio sobre “Hábitos y Nuevas Tecnologías”, y ha descubierto que el 61% de los niños y jóvenes valencianos de entre 9 y 14 años dispone de un móvil propio. Y al menos en el 40% de los casos es un smartphone que les permite chatear.

Podemos caer en la tentación de responsabilizar a Internet, al WhatsApp, a las nuevas tecnologías y a una sociedad que nos obliga cada vez más a una mayor conexión y dependencia de estos aparatos...

Pero también podemos mirar un poco más allá y darnos cuenta de que, en el fondo, lo que nuestros hijos buscan desesperadamente en las redes sociales es compañía y afecto. Quizá, la que no encuentran en casa o en sus ambientes físicos normales. Cuestión distinta es si éste es el mejor lugar para rellenar esas carencias.

Ellos no se acercan a la tecnología de la misma manera que nosotros. Para ellos es una prolongación de su mundo. A veces, una válvula de escape. El problema no es la adicción tecnológica. Ése es el síntoma. La enfermedad es otra. Y las causas, también.

sábado, 12 de enero de 2013

Cuando el regalo no es un juguete


La tecnología —al menos, algunos de sus productos— no es un juguete, aunque los Reyes Magos en los último años parezcan empeñarse en lo contrario. Que no digo que esté mal regalar tabletas y smartphones. Simplemente, no son juguetes.

Y dado que los niños y jóvenes tienen —cada vez a edad más temprana— acceso a estos cachivaches, no son pocas las personas que alertan de los peligros a los que se enfrentan nuestros hijos.

Los agentes del equipo de Redes Sociales y los responsables del Plan Director —un programa de seguridad e información promovido por la Policía Nacional que tiene el objetivo de concienciar a los más jóvenes— han sido los encargados de redactar un documento, bajo el título de “La tableta con los 10 mandamientos para un uso seguro de la tecnología por los menores”, con el que aspiran a que se pueda utilizar la tecnología sin correr riesgos.

No tengo claro si la referencia al decálogo bíblico es una buena idea para enfocar el tema, pero la redacción de los “mandamientos” y lo que se lee entre líneas sí me parece preocupante. Juzguen ustedes mismos:

  1. “Aprenderás a usar el nuevo dispositivo conjuntamente con tu hijo/a, sus posibilidades... y sus riesgos.
  2. El menor deberá limitar el uso de su equipo a lugares y momentos concretos, protegiéndolo de extravíos y accesos indeseados.
  3. Adultos y menores pactarán unas normas de uso por seguridad y con racionalidad (cada cosa, en su momento).
  4. Los adultos intentarán saber las posibilidades y condiciones de las aplicaciones, programas y equipos, para así intuir los riesgos.
  5. Cuanto menor es el nuevo usuario, mayor supervisión, acompañamiento y concienciación necesitará en el uso del equipo.
  6. Si la edad lo requiriera, se instalarán programas que filtren el acceso a webs y contenido inapropiado o peligroso, y control parental.
  7. Los menores usarán sus equipos en espacios públicos o abiertos de la casa, fácilmente accesibles a los mayores.
  8. Insistiremos a los menores en ser responsable y respetuoso al relacionarse con el resto, en la convivencia. ¡NO AL CIBERACOSO!
  9. Marcaremos unas normas de respeto en la toma de imágenes, exhibición o distribución de las mismas. ¡NO AL SEXTING! DERECHO AL HONOR
  10. Le enseñaremos unas pautas de seguridad para comprar online ya sea con empresas o entre particulares, así alertar del fraude y del malware.”

No sé cómo lo verán ustedes. No es que sean malos consejos, pero me parece observar excesivo proteccionismo y poco positivismo. ¿Un ejemplo? Creo que es igual o más importante mostrar al joven todo lo que de bueno e interesante puede hacer con la tecnología, que advertirle de sus riesgos...