Sin entrar en valoraciones sobre la legalidad y la eficacia de estas medidas, me gustaría lanzar algunas preguntas al aire, porque no todos los casos son iguales. No todo lo que se descarga es cine en cartelera. Las series de televisión generan un tráfico incluso mayor.
Y es que, si alguien tiene contratado un servicio de televisión de pago, sigue una serie y un día no puede verla ni grabarla, ¿de verdad es un acto ilegal buscarla en Internet y descargarla para verla en el momento que pueda? A fin de cuentas, ya paga por verla, ¿no? ¿No sería incluso lógico y un servicio que debería ir incluido en la suscripción a la televisión de pago el poder ver los programas emitidos cuando a uno le viene mejor? ¿Todavía no se ha dado cuenta nadie que sí el consumo de contenidos ha ido migrando de la televisión al ordenador también es por la capacidad de ver lo que uno quiere cuando quiere, o acceder a lo que nadie emite o vuelve a emitir? ¡Sin tantos, ni tan cansinos cortes publicitarios! ¡Sin esperas forzosas hasta que acaba el partido de fútbol en la cadena vecina! ¡Sin tener que trasnochar para ver el final del episodio semanal!
Aprendan y den un buen servicio en lugar de gastar el dinero en perros guardianes a los que siempre se podrá burlar. Creen una verdadera televisión a la carta. Pongan a disposición de los usuarios todos los contenidos y a cualquier hora. Y no pretendan cobrar por lo que ya deberían estar haciendo...
Y háganlo antes de que otros lo hagan y reinventen su negocio, obligándoles a bailar al son que les marquen. Hay empresas especialistas en eso y rumores desde hace tiempo. La forma de ver la televisión está cambiando, y lo hará con ustedes o sin ustedes...
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