Un blog para descubrir el lado humano de la tecnología y la comunicación, su aspecto más importante, aquello que da sentido a todo el derroche de imaginación y creatividad que se esconde tras cada cable, circuito, imagen, palabra o sonido.

jueves, 4 de octubre de 2012

Un año sin Steve


El día cinco se cumple el primer aniversario de la muerte de Steve Jobs, un hombre que supo aglutinar, contagiar y liderar a las personas que le rodeaban para que fueran capaces de crear, reinventar y redefinir la tecnología y, sobre todo, nuestra relación con ella.

Es difícil definir en una palabra está visión. Quizá la que más sea acerque sea "simplicidad". Pero también, transparencia, amigabilidad, y muchas otras que me dejo en el tintero. "Si un aparato para hacer cosas cotidianas necesita un manual de instrucciones es que está mal diseñado". Ese podría ser el lema nunca escrito, pero siempre presente en los productos tecnológicos que han visto la luz bajo la inspiración de Jobs. "No es lo que haces, ni siquiera solamente cómo lo haces, sino principalmente cómo te sientes al hacerlo", podría ser otra de esas frases no escritas.

Y es que, en esto de la tecnología, siempre habrá personas que se dejen dominar por sus gadgets y otras que los dominen para adecuarlos a lo que verdaderamente quieren y necesitan. Nadie nace esclavo de su teléfono, su iPad, su ordenador, consola. Internet...

Aunque muchos se sigan empeñando en definir a Jobs como un dictador que pretendía dominar y decirnos a todos cómo teníamos que utilizar la tecnología, lo cierto es que gracias a su espíritu e ideas es justo lo contrario. Probablemente alguien habría llegado, recorrido esos mismos caminos, pero no lo hicieron antes ni de esa forma.

Sin el Macintosh la informática actual no puede explicarse, ni su presencia en el hogar, ni siquiera la metáfora de escritorio. Jobs no creo las piezas, pero las combinó y articuló para que funcionaran conjuntamente. Y lo mismo se puede decir de la música digital, de la forma de escucharla, seleccionarla y, en algunos casos, hasta adquirirla. O de los dispositivos de conexión permanente a Internet. El iPhone y el iPad han marcado, en esa historia, un antes y un después. Puede que no lo suficiente como para decir que han cambiado el mundo..., pero de alguna manera, sí la forma y los tiempos de relacionarnos con él.

No es bueno dejarse deslumbrar por la luz y no ver los puntos oscuros... Pero tampoco lo es dejar que las sombras oculten esa misma luz que las ha creado.

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